El Departamento del Valle del Cauca galardonó a la karateca Wendy Mosquera Riascos como Deportista del Año 2021. Esta merecida distinción significa un honesto reconocimiento al desempeño de esta mujer de 26 años en su deporte. Aquí se ve la importancia que la sociedad le da al deporte y es cierto, éste es una expresión muy importante de la cultura.

El deporte, que en esencia es un juego, forma al ser humano, más los deportes colectivos o de equipo como el fútbol donde entre todos se labra el triunfo, pero también los deportes individuales forman positivamente al ser humano. Un deportista en nuestra sociedad actual desempeña un papel destacado; su popularidad puede superar a la de un político, pero muchas veces esa fama se asocia con grandes sumas de dinero.

AMAICA entrevistó a Wendy Mosquera Riascos para conocer más acerca de esta fuerte y decidida mujer que desde los 9 años se ha dedicado al karate. Como muchas cosas importantes de la vida, éstas se dan bajo la apariencia de la casualidad. Ella cuenta que una tía fue a su casa en Buenaventura para llevar a clases de karate a un primo suyo y que a ella la pareció interesante y preguntó si también podía ir a pesar de tratarse de un deporte atípico para niñas.

Quisimos saber cómo han sido esos 17 años de dedicación y entrenamiento y ella nos contó que cuando ganaba entrenaba con más ánimo y que también se presentaban rachas malas donde no pasaba de obtener en los campeonatos un segundo puesto y que el karate le pesaba y que le correspondía hacer un gran esfuerzo para no dejarlo.

Wendy resalta que este deporte le ha formado como persona, que ella es temperamental y que con el reflexivo karate ha aprendido a manejar impulsos y agresividad. También agrega Wendy que es bello para ella moverse según las reglas del karate porque cada movimiento y cada parte del cuerpo tienen un significado, que parecen una danza ritual.

Quisimos entender si el karate riñe con la feminidad y ella categóricamente rechazó esa idea a pesar de reconocer que no es un deporte muy popular entre las mujeres, más hoy en día, dice ella, hay muchas mujeres que lo practican.

Que si bien el karate es rudo porque hay golpes o patadas y es un deporte de contacto, ellas llevan protectores que no permiten que se lastimen seriamente. Insiste Wendy en decir que el karate no es potencia y fuerza, si no es reflexión, cálculo y experiencia.

Que rabia y pasión solo llevan al fracaso al ejercer este deporte. Se puede suponer que este deporte atrae a mujeres que quieren protegerse de agresiones físicas y dice Wendy que ella nunca ha peleado en la calle aplicando su conocimiento.

Curiosamente, aprendimos con Wendy, que el karate no es un deporte olímpico, que tal vez en el año 2028 sea reconocido como tal, así que el gran certamen del karate, un deporte japonés, es el mundial y le siguen en categorías las competencias continentales y los nacionales y que una karateca tiene una vida útil, por decirlo de alguna forma, de 40 años.

Para Wendy, una mujer afable y de fácil risa, fuera de una interesante forma de conversar, su karate va por encima de su vida emocional. Que le dedica más tiempo a este deporte que a un presunto compañero sentimental, esto lo dice sin vacilar o sonreír para maquillar una incertidumbre.
“Es muy intenso porque lo practico de alto rendimiento, así que me queda muy poco tiempo para invertir en una relación.” Dice ella textualmente. Pero también su carrera como fisioterapeuta ha sufrido bajo el karate, los viajes a las competencias la han atrasado, pero aspirar terminar su carrera y una vez que deje el karate como competencia, se dedicará a su profesión.

No le teme a la fama porque no ha pasado de saludos y apretones de mano en la calle de parte de las personas que la reconocen, que hasta el momento no ha firmado autógrafos.
No se equivocaron los funcionarios que postularon y premiaron a Wendy Mosquera como deportista del año 2021, es ella una persona que creció con su deporte aplicando la perseverancia. Le luce el galardón a Wendy por que destaca virtudes, virtudes que son urgentes hacerles mucha más publicidad, ya que han pasado a un segundo plano de cierta manera.